No, la tomografía de cráneo no duele. Es un estudio rápido y no invasivo. Solo tendrás que permanecer acostado y lo más quieto posible mientras la camilla entra en el equipo. En estudios con contraste, podrías sentir un calorcito pasajero o sabor metálico en la boca, pero suele durar unos segundos.

El tiempo dentro del equipo suele ser de 5 a 10 minutos, dependiendo del tipo de estudio (simple o contrastado) y la cooperación del paciente. El proceso completo, incluyendo registro y preparación, puede tomar un poco más, pero la adquisición de imágenes es muy rápida.

La tomografía utiliza rayos X, por lo que siempre se indica solo cuando es realmente necesario. En UniRad aplicamos protocolos de baja dosis y tecnología avanzada para que la radiación sea la mínima posible sin sacrificar la calidad diagnóstica. Tu médico valora si el beneficio del estudio es mayor que el riesgo, especialmente en niños o pacientes que requieren varios estudios.

Para una tomografía de cráneo simple, en la mayoría de los casos no se requiere ayuno, a menos que tu médico lo indique.
Para la tomografía de cráneo con contraste, normalmente se recomienda ayuno de 4 a 6 horas, además de contar con estudios de función renal recientes en ciertos pacientes. Al agendar, nuestro equipo te indicará la preparación exacta según tu caso.

Sí, pero siempre debe ser indicada por un pediatra o especialista. En UniRad contamos con protocolos pediátricos de baja dosis y personal capacitado para atender a niños. Ajustamos los parámetros del equipo para reducir la radiación y hacemos el estudio lo más corto y cómodo posible, explicando previamente a los padres cada paso.